Olivia Newman dirige una historia bastante equilibrada sobre volver a la esencia de la vida natural, donde no tienen cabida los constructos sociales como la propiedad, las instituciones… o un crimen.
Olivia Newman dirige una historia bastante equilibrada sobre volver a la esencia de la vida natural, donde no tienen cabida los constructos sociales como la propiedad, las instituciones… o un crimen.
Un excesivo metraje y una puesta en escena realista erigen un relato sobre la rutina y la homogeneidad de una familia aislada. A través de silencios y pocas palabras enfrentan, también, la costumbre y la innovación.
Aunque no está a la altura de sus predecesoras, Eggers construye un apasionante y violento relato quimérico de venganza, con gran épica, imágenes visuales y crípticas, que quitan el aliento, y un elenco de estrellas idóneo.
A pesar de su sencillo y superficial guion, Las Aventuras de Pil logrará entretener a los más pequeños a través de un camino del héroe (en este caso, heroína) que recoge los mejores clichés para su éxito inmediato.
Jon Wright regresa a la pantalla con la adaptación musical de la célebre obra de teatro escrita por Edmond Rostand, y liderada por un espléndido Peter Dinklage que revive un film, en ocasiones, demasiado meloso y azucarado.
Agustí Villaronga retorna a la gran pantalla con un relato de corte histórico-literario e impregnado de narrativas libres. La propuesta se liga con algunos hechos actuales y supone un esfuerzo lector del público.
Ambientada en el universo creado por J.R.R. Tolkien, esta superproducción de Amazon no convence a muchos, pero entretiene a otros tantos.
Con la falta de una segunda temporada, censurada por China, quedan demasiados hilos colgando para que compense ver la primera entrega.
La famosa historia de Antonio María Claret es plasmada en la gran pantalla por un Pablo Moreno que no logra un ritmo interno que consiga cautivar, pero alcanza un final que termina por impactar.
Es como viajar a la década de los 60, con sus acontecimientos históricos, sus peculiaridades, sus costumbres, sus coetáneos y ese ritmo elegante que nos imaginamos en cualquier espía inglés.