112 Héroes de la calle

Después de que Telecinco probara con U-24 y Antena 3 con Alerta 112, TVE se lanza a la calle, nunca mejor dicho, para seguir el trabajo excepcionalmente cotidiano de los servicios de emergencias. Bomberos, médicos, policía guardacostas o municipal son algunos de los profesionales que desfilan ante la cámara en mano de los reporteros. Aunque la dinámica de su trabajo en la protagonista, también tienen cabida las víctimas o supuestos infractores.

Al estilo de otros formatos norteamericanos, como Cops, y siguiendo la estela de cierto éxito de espacios que intentan acercarse a la realidad, como Callejeros (no exento de sensacionalismo), 112 Héroes en la calle es una hora de televisión con buen ritmo y buena intención. Es decir, aunque se busca lo espectacular, el programa modera el dramatismo y las concesiones al morbo y el periodismo fácil. Por ejemplo, el espectador se cuestiona si, en cada situación de las retratadas, se ha preguntado a las víctimas –algunas recién accidentadas- si quieren formar parte del reportaje, y si esa consulta se les ha hecho en las circunstancias emocionalmente adecuadas; algo muy improbable cuando lo que se filma son los minutos posteriores a un accidente, a un intento de asesinato o a un infarto de miocardio.

Por otra parte, la realización juega a dos bandas para crear, muchas veces, dos tramas en cada cápsula. Por un lado, se desarrolla la acción directa de salvamento, a veces con cámara de visión nocturna. Y por otro, las declaraciones de los testigos o víctimas que asisten a esa operación rescate. Y aunque la música no es omnipresente, sí que sazona con frecuencia las imágenes para añadir tintes de misterio y gravedad.

Finalmente, de modo algo simplista, se cierra cada minireportaje con una moraleja sobre hábitos de conducción o salud o con algún dato más o menos pertinente sobre el tema tratado.