Canimals

Entre la imagen real y la creada por ordenador se desenvuelven estas criaturas que mantienen una convivencia de todo menos pacífica. El escenario es el hogar de unos desprevenidos humanos que, en cuanto desaparecen, las latas de conserva que tienen en su casa se abren para convertirse en “demoledoras” criaturas.

Un argumento realmente surrealista que presenta historias sencillas en menos de siete minutos. En estos cuentos, los personajes no hablan, lo que seguro facilita la producción en la que intervienen varios países. Con marcada influencia japonesa, en rasgos y actitudes, los personajes son ricos en aspavientos y reacciones poco amistosas. Con ello, lo que podría ser una oferta original, se convierte en una animación que aturde y desconcierta.

Toques de humor, algunos acertados y otros centrados en los golpetazos y caídas, se mezclan con escenas a cámara lenta y reacciones exageradas. Canimals no es lo mejor que se ofrece en la pequeña pantalla para los niños y, aunque su propuesta es original, se queda a las puertas de la calidad por la ligereza de sus contenidos.

Firma: Mar Pons