Dani & Flo

Dani & Flo podría ser un déjà vu de lo que ya hemos visto otras veces. Pero no, no es una simple sensación, es una realidad. Y no sólo ocurre que lo que ofrece el programa ya lo hemos padecido en otras ocasiones, sino que también en nuestros vídeos caseros (grabados con la impunidad de la intimidad familiar) adoptamos la pose de estos presentadores que se niegan a crecer y a habitar el mundo que les ha tocado vivir.

Todos tenemos nuestras filias y fobias, todos preferimos unos personajes o unos políticos a otros. Todos, en definitiva, nos inclinamos hacia unas cosas y preferimos alejarnos de otras. Pero no todos tenemos un micrófono, un plató y unos productores que nos amparen, nos den palmaditas en la espalda y la oportunidad de llegar a miles de personas.

Así se conforma este espacio que no debería haber pasado de proyecto y en el que, sin oficio ni beneficio y, por supuesto, sin criterio ni vergüenza, se vapulea, se ensalza, se critica, se adoctrina en clave de humor y se ignora la inteligencia del espectador y la diversidad de ideales. Y, además, el programa esquiva el respeto, la tolerancia y machaca el sentido del gusto, la sutil ironía y la profesionalidad.

Firma: Mar Pons