Deja sitio para el postre

La televisión se suma a las modas y ahora está de moda la cocina. TVE tuvo su Master Chef, Antena 3 su Top Chef y ahora Cuatro presenta Deja sitio para el postre. Hay que reconocer, y agradecer, que el programa se diferencie de los dos anteriores y se centre en la repostería. Teniendo en cuenta que la repostería casera es algo que con la cultura del DIY (do it yourself, hazlo tú mismo) ha resurgido de sus cenizas, cabrían esperar importantes audiencias para Deja sitio para el postre, pero no ha sido así.

Su planteamiento del trabajo en equipo, necesario siempre cuando se habla de cocina a gran escala, presenta uno de los puntos fuertes del programa. Obviamente esta dinámica se acabará cuando no queden concursantes suficientes, pero mientras dura es interesante.  Cada equipo está liderado por un capitán. Amanda Laporte, cocinera de formación y estilista de cocina, está al mando del equipo rojo. Su prioridad, que transmite al equipo, es el sabor y, hacia él conduce sus recetas. Sergi Vela, Profesor de la Escuela de Hostelería y Turismo de Barcelona, encabeza el equipo azul. Su exigencia y autoridad llevan a sus aprendices a depender de su liderazgo, anulando la posible creatividad de sus concursantes.  Al frente del equipo verde está David Pallás, Repostero y especialista en Esculturas Gastronómicas. Pallás aporta atrevimiento y originalidad a los diseños culinarios.

Quizá una de las debilidades más importantes del programa es su duración. Sus 120 minutos se hacen muy largos. Además, parece que la realización se centra en posibles rencillas entre compañeros, en lugar de mostrarnos y explicar el proceso creativo, algo que, siguiendo con la temática del programa, sería delicioso.

También juega en contra la presentadora: una Raquel Sánchez Silva ignorante reconocida en el arte de la repostería. Alguien que no sabe de lo que habla no puede aportar nada interesante a su programa. Quizá sería más atractivo dejar la presentación del programa a un profesional con experiencia en este campo o, como mínimo, a una persona entusiasta del dulce.

Por último, un toque original. Paco Torreblanca, Maestro pastelero y profesor de escuela de cocina, es el director del obrador donde se desarrolla el programa. Como tal, tiene la última palabra en las expulsiones. Este privilegio aporta un punto de suspense e incertidumbre al momento más decisivo del espacio.

Un aviso. El espectador no debe acudir a Deja sitio para el postre buscando recetas o ideas que aplicar en su cocina. El espacio abusa del reality y solo supone entretenimiento edulcorado.

Firma: María Bofarull