El mentalista

La serie ha contado con una buena acogida entre la audiencia y la crítica norteamericana. Su protagonista, nominado a los Globos de Oro como mejor actor de serie dramática por su papel en El guardián, apuesta por un rol muy diferente y resuelve con soltura y convicción el papel que interpreta, convirtiéndose en un personaje entrañable y atractivo. El carácter de Patrick Jane es radicalmente opuesto al de su jefa, Teresa Lisbon, con la que se sirven en bandeja una serie de divertidas circunstancias. El conjunto de actores secundarios también ofrece posibilidades a un juego de diálogos y de guion que aporta frescura a la serie, la cual, sin estridencias y con acierto, presenta tramas sencillas pero originales en su desarrollo.

El mentalista, a pesar de basar sus tramas en la resolución de asesinatos, mantiene un toque de comedia muy destacable, lo que la convierte en una buena opción para diferentes públicos. No en vano, esta serie ha sido el mejor estreno de la historia de La Sexta y ha servido, además, para fortalecer el estreno de la cuarta temporada de Prison break, una serie que ha disminuido de audiencia, afectada por el tiempo, en sus dos últimas temporadas.

Es alentador descubrir productos de calidad en la pequeña pantalla para ver en familia, y lo es todavía más si el espectador sabe reconocerlos y darlos la oportunidad que se merecen.