Las macabras aventuras de Billy & Mandy

Macabra no es la palabra que mejor define esta serie. Perversa se ajusta con más veracidad al contenido de este producto que busca la diversión a través de la burla cruel de sus protagonistas. 

En su intento por “ser macabros”, los guionistas han ideado a dos personajes antagónicos: los amigos y compañeros de clase Billy y Mandy. Billy, que raya la inutilidad total, posee una buena dosis de falta del sentido del ridículo y una incomprensión exagerada del mundo que le rodea, y Mandy es un espíritu oscuro y malvado cuya finalidad es el desprecio más absoluto hacia todo lo que no sea ella misma. A la pareja se añade Calavera, un esqueleto disfrazado de muerte que, entre la torpeza de Billy y la astucia de Mandy, vive acobardado.

Una serie de colorido apagado y escenarios tristes acordes con el carácter, eternamente enemistado con el mundo, de Mandy y la timorata representación de la Muerte. Mandy otorga grandes momentos de crueldad hacia el prójimo y algunos destellos de bondad sólo con Billy, Calavera perturba con su siempre desdichada existencia y Billy se mantiene impermeable a todo lo que le rodea.

Las tramas caminan entre el desconcierto y la repugnancia y, aunque se les concede de vez cuando alguna sonrisa, pringan más que sorprenden. Su consumo incontrolado ensucia el gusto, la sensibilidad, los sentimientos y el intelecto. Hay que estar un poco de vuelta de todo para disfrutar, de verdad, con estas devastadoras aventuras protagonizadas por estos extraños personajes.

Animación de cómic, colores planos y siluetas sin relieve, para una ácida comedia dirigida, claramente, al público adulto que Boing programa, equivocadamente, para menores.

Firma: Mar Pons