LNDL2. Más allá del rigor

En ocasiones anteriores y en otros programas como Sé lo que hicisteis o No le digas a mamá que trabajo en la tele, el espectador ya ha tenido la oportunidad de ver este tipo de espacios en los que confluyen actualidad, humor, ironía y sarcasmo. Sin embargo,  un espectador atento y un poco exigente puede saber cuando está ante profesionales del humor, ante simples “chistosos”, frente a esa personalidad que sabe comunicar con agudeza sus propias ideas o, en el peor de los casos, cuando se enfrenta a una parodia casera, simple y torpe.

En el caso que nos ocupa, cabe reconocer que detrás de LNDL2 hay un equipo de guionistas que ha dedicado tiempo, esfuerzo e imaginación para realizar el programa y que lo resuelven con soltura. No obstante, también hay que reconocer que una emisión diaria desgasta este tipo de productos con mucha más rapidez que otros formatos. De esta forma, es complicado mantener el ingenio, sorprender al espectador y no caer en el chiste fácil.

Sin duda, otro de los puntos fuertes del programa son las presentadoras. Silvia Abril y Ana Morgade muestran su gran experiencia y su talento para llevar a cabo la conducción, más que digna, de este espacio. Otro tema sería plantearse si el espectador comulga o no con el tipo de humor que se hace que, aunque no se resiste a los tópicos sobre el sexo, sí mantiene -casi siempre- un tono respetuoso y sin fanatismos. Habrá que ver cómo evoluciona.

Sin ser un espacio sobresaliente, ofrece algunos gags bastante logrados y las intervenciones de David Fernández consiguen arrancar la sonrisa del espectador. Sirve como entretenimiento pasajero para relajar las neuronas.

Firma: Mar Pons