Lolirock

Aunque se trata de una producción francesa, el diseño de personajes, su animación y los elementos decorativos llevan sin remisión al mundo manga: piernas extremadamente largas, ojos desproporcionadamente grandes, brillos hirientes, purpurinas a destajo, magia y sensiblería por doquier y una representación de la feminidad cargada de sensualidad.

El argumento y las herramientas del guión tampoco desdicen de la cultura que transmiten las series niponas. En el primer ámbito, el del argumento, la competición es el objetivo principal de las protagonistas, la magia el remedio para todos los entuertos y los aspavientos la mejor forma de comunicación de las emociones que, por otro lado son extremas y nada verosímiles. Como herramientas: la indefinición del tiempo, de la edad de las protagonistas, la posibilidad de lo imposible, la exclusión de la realidad, la autoridad adulta y la familia, etc.

El últimamente omnipresente mundo musical no puede esquivar esta animación que, además, pone en sus protagonistas voz adulta, ropa hortera en exceso y vulgares bailes de videoclip de clase b. Lolirock es un despropósito animado que, valga la redundancia, anima a las pequeñas espectadoras a imitar unos modismos afectados, a pensar que todo tiene solución mágica y las arrastra a los confines más deplorables de la ridiculez.

Firma: Mar Pons