Los cuentos de Minnie

Bajo la máxima “no hay nada mejor que un buen lazo de color”, que se repite en todos los episodios, Minnie y Daisy solucionan todos sus problemas y los de sus amigos a base de lazos, lazadas y pajaritas.

Manteniendo la personalidad que siempre ha caracterizado a estos dos personajes, las historias pueden parecer superficiales y frívolas y, de hecho, cuentan con un poco de todo esto. Pero, de fondo, siempre subyace la idea de la amistad.

Se trata de un producto colorido, cursi y con dos protagonistas que llevan siendo referencia de la infancia desde hace más de 80 años. Por lo tanto, la serie tiene todos los ingredientes necesarios para gustar a las “princesitas” de la casa.

Mención a parte merece la poco acertada traducción del título. El original Minnie’s bow-tique, es un juego de palabras (bow es lazo en inglés). La traducción al castellano por Los cuentos de Minnie, además de perder bastante gracia, llama a engaño, ya que no se cuentan cuentos, sino que presenta la vida de la protagonista como encargada de la tienda.

En definitiva, la serie en sí, no aporta nada más que el simple entretenimiento, pero eso no tiene por qué ser algo negativo.

Firma: María Bofarull