Quiero cantar

Un talent show de pequeños cantantes al estilo Operación Triunfo. Así es Quiero Cantar, el nuevo concurso de Antena 3 presentado por Jorge Fernández (La Ruleta de la suerte, Esta casa era una ruina). Algunas de las interpretaciones de los niños –todos menores de edad- dejan entrever un arte considerable para cantar aunque probablemente, este no sea el escenario adecuado para llegar a alcanzar la fama.
 
Quiero Cantar toma el relevo de Lluvia de estrellas emitido por la misma cadena y el concurso Eurojunior de TVE, en los que se buscaban jóvenes promesas del mundo de la música. Es por este motivo que la originalidad del espacio es prácticamente nula.
 
Respecto a la puesta en escena, es destacable el plató en el que se realizan las actuaciones y las intervenciones de Jorge Fernández merecen una mención especial ya que aportan frescura, espontaneidad y ritmo al programa, aunque a veces su actuación chirríe por querer hacerse demasiado familiar y cercano tanto al espectador como al concursante. La participación de artistas famosos en las galas y su actuación conjunta con los niños y jóvenes hace que este espacio contenga un atractivo añadido.
 
Los jóvenes artistas tienen su gracia pero escasas veces sorprenden con sus actuaciones. De hecho, muchos de ellos no aportan nada nuevo al panorama musical por mucho que las actuaciones sean excesivamente aclamadas por el público, el jurado y el presentador. Por otro lado, el espectador con cierta sensibilidad admira, entre estupefacto y apenado, la capacidad del medio para hacer de un niño un objeto de intercambio: circo por dinero.
 
Aunque pasen los años, hay cosas del formato que no evolucionan y sigue siendo llamativo que los padres de las criaturas “protagonistas” lloren, aplaudan, acompañen e incluso animen a sus polluelos a hacer el ridículo más ingenuo que conoce la pequeña pantalla. Alguna ley debería proteger a los niños de la falta de sentido común y del cuestionable gusto de sus padres.
 
A pesar de todo cabe destacar el compañerismo que muestran hacia el resto de concursantes y la unión entre los dos equipos.
 
Como era de esperar, la votación del equipo ganador así como del mejor artista de cada gala se lleva a cabo a través de mensajes y llamadas de las que la cadena, sin duda alguna, obtiene una alta rentabilidad.

Firma: Mar Pons