Rookie Blue

Rookie Blue ya cuenta con 5 temporadas y lo que se planteó como una serie protagonizada por agentes principiantes ya se ha convertido en una ficción policíaca al uso. este producto recupera el trabajo de calle de las patrullas para confeccionar sus historias y, al igual que sus antecesoras, compagina las tramas personales y las profesionales.

Lejos del planteamiento sofisticado de otras ofertas que se centran en trabajos de laboratorio, perfiles criminales, recomposiciones óseas o pruebas de ADN, Rookie Blue apuesta por la clásica estructura de hizo famosa series como Canción triste de Hill Street, aunque en este caso se trata de un producto mucho más edulcorado. Con un cierto parecido a Blue Bloods, los policías de vocación son los protagonistas de las historias.

En cada capítulo se abren y se cierran algunos casos, pero la verdadera razón de que el espectador siga la serie es su carga, nada despreciable, de historias humanas que afectan a los personajes principales. Relaciones de pareja, abandonos, fracasos o traumas son la base de su éxito.

Correcta en su factura visual y en su guión, Rookie Blue no inventa nada y se nutre de todos los recursos conocidos. De esta forma, la serie funciona y, sin dejar de ser un producto de segunda fila, convence por la simpleza de su planteamiento, la descomplicada narración y la variedad de personajes que intervienen.

Firma: Mar Pons