Assassins Creed III: Liberation

La saga Assassin’s Creed ya tiene unos años de experiencia en las consolas. Lejos queda aquella primera entrega basada en las cruzadas y en el Jerusalén y Damasco de la época. Entre medio, hemos revivido las aventuras de Altair y de Ezio, en llena Roma renacentista. Como trasfondo una guerra milenaria entre templarios y asesinos, dos organizaciones que van mucho más allá del que podemos imaginar.

Ya de entrada, el argumento de la saga es bastante adulto y complejo. Con más de un giro inesperado y de contenido bastante enrevesado. En el supuesto de que nos ocupa, estamos en medio de la Revolución americana. Centrado en Nueva Orleans, la colonia francesa pasará en manos españolas que, entre medio, pretende sacar provecho. En todo esto, el conflicto entre templarios y asesinos con Aveline Grandpré como protagonista.

El desarrollo del juego es similar. Al estilo sandbox recorreremos libremente la ciudad de Nueva Orleans, los escenarios del pantano, las ruinas mayas Chichen Itzá y hasta una zona nevada próxima a Nueva York. Entre medio, bastantes tareas secundarias de hacer, como misiones secundarias, decenas de coleccionables que nos otorgan extras al adquirir o negocios navales para mejorar nuestra economía. Fuera de esto, tenemos las misiones principales, divididas en nueve secuencias donde tendremos que hacer todo tipos de encargos. Desde preparar un sabotaje, seguir al comerciante corrupto de turno, asesinar al comerciante de esclavos o liberar a algunos de ellos.

Gráficamente el juego es más que solvente. Sobre todo porque tenemos que recordar que es un juego portátil y está a la par de los primeros Asesinos de PS3. Las calles están llenas de vida y los escenarios llenos de detalle. Eso sí, a veces encontramos un poco de “popping” (elementos que aparecen de golpe en el escenario) y perfiles con los molestos dientes de sierra (en lugar de tener formas concretas están “serradas”). Fuera de esto es más que solvente.

Además, se debe comentar que el juego tiene varios bugs bastante remarcables. A veces los enemigos quedan muertos en el aire, aparecen paredes que quedan a medio traspasar o incluso puntos muertos sin sentido. Errores gráficos graves pero que Ubisoft ha prometido arreglar con el parche de turno.

Fuera de la historia principal tenemos un multijugador bastante diferente a los que vemos a PS3. De hecho es más próximo al sistema de misiones de estrategia de la Hermandad que a las clásicas modalidades en línea a las que estamos acostumbrados.

En resumen, Assassin’s Creed 3: Liberation es un ejemplo claro del que puede ofrecer la portátil de Sony si se le quiere sacar partido. Un juego grande, considerablemente largo si contamos todas las tareas secundarias que ofrece, con una trama interesante (aunque tarda un poco al arrancar) y una heroína con encanto.

Eso sí, respecto a su contenido está delimitado a un público mayor de 18 años. El juego es muy violento y si bien es cierto que el contexto histórico de guerra al que hace referencia “motiva” que hayan enfrentamientos constantes, no hace falta lo explícito de algunas acciones con guardias enemigos. En la línea del que se ha visto en otros Assassin’s Creed, no es un juego recomendable para menores de edad. Eso sí, las escenas subidas de tono otras entregas al menos no están presentes. Una buena aventura pero para un público muy concreto.