Grand Theft Auto IV

GTA IV une en sí mismo las máximas excelencias jugables pero también las máximas miserias. Y es que es un juego de contrastes desde que lo instalamos al disco duro de nuestra consola u ordenador. El juego empieza con un sueño fantástico que se rompe; con un cuento de hadas que se traduce en una realidad marginal. Para poder sobrevivir a estos, el protagonista hace todo tipo de trabajos. Desde extorsionar, robar coches, destruir un lugar determinado…

Todo el juego se caracteriza desde el primer minuto de temática adulta. Los modelados, el vocabulario grosero, la violencia de las escenas, las alusiones sexuales continuas… Todo esto hace que tengamos que recomendarlo exclusivamente al público más adulto. El problema se presenta cuando los más jóvenes juegan a una aventura que no les pone ningún límite.

Centrándonos en la mecánica del juego, todo está realizado a un nivel de detalle impresionante. La ciudad de Liberty City reproduce muy bien la ciudad Nueva York -se divide a cinco distritos que desbloqueamos a medida que avanzamos en el juego- y nos da una libertad increíble. Así mismo, podemos encontrar gran variedad de coches, motos… y todos en nuestra disposición. Esta mecánica abierta se repite en la orden y desarrollo de las misiones -tanto de las principales como de las secundarias-, pudiendo desarrollarlas como bien queramos en muchas ocasiones.

En esencia, nos encontramos con un nivel gráfico detallado y muy elaborado, así como con una mecánica variada que nos permite disfrutar de un juego divertido y para nada monótono. Otro de sus puntos fuertes es su duración, que ronda las 50 horas y además cuenta con una gran cantidad de extras. Además, si queremos disfrutar completamente lo tendremos que re-jugar al menos una vez, puesto que contiene dos finales diferentes.

Por lo tanto, GTA IV contiene todos los elementos necesarios para ser una grande superproducción con una mejor respuesta en las ventas -ya lleva recaudados más de 15 millones de euros-. Todo raya a un nivel perfecto: desde los gráficos, la jugabilidad, la duración, la variedad de misiones… Aun así, las altas dosis de violencia del juego merecen una mención más que especial que pueden degradar el producto acabado según el usuario. Podemos comprar casi todo tipo de armas y hacer un uso indiscriminado de las mismas; también es posible atropellar cualquier persona o asesinarla sin ningún tipo de escrúpulos; e incluso podemos apalear a cualquier transeúnte para robarle el dinero o su coche. Estos ingredientes, vuelvo a insistir, nos presentan un videojuego exclusivamente para adultos -y todo sin contar las discriminaciones constantes por raza, sexo o color de la piel-.

En definitiva, GTA IV es un gran juego pero que se tiene que analizar desde dos perspectivas muy diferentes según quienes lo jueguen.

Diversión: 3; Jugabilidad: 4; Diseño gráfico: 3; Personajes: 3; Guión: 4

Firma: J. Carlos Amador Vigara