Kirby Star Allies

La crítica del principiante

Veinticinco años lleva Kirby con nosotros. Nada más y nada menos. Y siempre con ese estilo nintendero característico. Su debut en Switch es una fusión de colores y belleza que encantará a los más pequeños.

Plataformas clásico

La esencia de Kirby es la misma de siempre. Se trata de un título amable, sencillo y que disfrutarán los más pequeños. El objetivo es el del clásico plataformas de toda la vida: superar niveles en 2D (avanzamos de izquierda a derecha) mientras superamos obstáculos diversos a base de saltos, ataques y algún que otro puzle.

Las acciones de nuestro protagonista son las de siempre. Saltamos, absorbemos enemigos y copiamos sus habilidades a medida que avanzamos. En este caso, la novedad es que a Kirby le pueden acompañar tres personajes más a lo largo de la partida. Pulsando el botón X podemos lanzar un corazón sobre el personaje que queramos y, así, convertirlo en nuestro aliado, pudiendo usarlo directamente –controlándolo- o indirectamente, como ayudante. Además, algunos de ellos nos darán habilidades únicas, como el poder del fuego, del hielo, del agua… para que mejoremos nuestros ataques.

Mejor en compañía

Como hemos dicho, a Kirby le acompañan tres amigos más. Esto se traduce en que el juego puede ser compartido con tres usuarios en multijugador local. La verdad es que, cada vez, menos juegos apuestan por este tipo de multijugador, pero resulta tremendamente divertido.

Hay que decir que el juego gana muchísimos si lo jugamos acompañado. De hecho, podríamos decir que está diseñado para ello. El hecho de combinarnos para avanzar ya lo hace divertidísimo.

Si lo jugamos en solitario, sin embargo, pierde enteros. El motivo es el bajo nivel de dificultad. Los Kirby nunca se han caracterizado por suponer un retro tremendo, pero lo de Star Allies va más allá. Hemos superado el juego con 127 vidas en poco más de cinco horas y media. Esto se traduce en que Kirby es un maravilloso título enfocado principalmente al público infantil, especialmente si lo jugamos en solitario.

Extras para no aburrirnos

Cuando completamos la aventura principal, disponemos de dos opciones diferentes. Tenemos una modalidad contrarreloj en la que vamos superando niveles y acumulando potenciadores –aquí el reto es mayor-, así como una opción en la que nos enfrentaos a los “malotes” del juego, uno tras otro. No es demasiado, pero son un buen incentivo.

Lo mejor:

El apartado artístico es precioso: la paleta de colores, la música, el diseño de los niveles…
Las habilidades de Kirby, a cada cual más original.

Lo peor:

Nulo desafío.
Pocos extras y aventura demasiado corta.

Conclusiones:

Kirby Star Allies es un simpático plataformas que hace gala de un diseño artístico formidable. En lo jugable, es muy divertido pero tiene un gran hándicap: es realmente sencillo. Por ello decimos que es un juego destinado al público infantil, ya que los usuarios a partir de los 12 años puede terminar aburriéndose.